No se
sabe a ciencia cierta cuándo o cómo surgió la piratería. Podríamos pensar que
es tan antigua como el propio hombre, puesto que es innato a nuestro ser el
desear lo ajeno. Seguramente la gran mayoría de pueblos de la Tierra han
padecido una u otra forma de piratería desde mucho antes de que existiera la
palabra que la define.
Sin
embargo, nosotros vamos a considerar una línea temporal claramente definida por
los acontecimientos que están documentados y contrastados, tratando de dar a
conocer las causas y orígenes de un fenómeno que en nuestros días tiene cierto
halo “romántico”, donde se ve a los piratas como sujetos aguerridos,
simpáticos, con un espíritu aventurero que ronda lo inconsciente, ganas de
juerga y donde el ron lo inunda todo. Sin embargo, la realidad es muy diferente
a como el celuloide nos ha transmitido esa visión “romántica” de la piratería.
Así pues, iniciemos nuestro viaje y descubramos que es la
piratería…
Acepciones semánticas.
Piratería es un término que se aplica normalmente en sentido
peyorativo y los piratas se podrían definir como ladrones armados para cuyas
actividades emplean embarcaciones. Según el Diccionario de la RAE se trata de
un ladrón que roba en el mar. Puesto que gran parte de la bibliografía (en la
que nos basamos en esta parte del artículo) correspondiente a este período de
la piratería ha implicado el exámen de textos Clásicos, se hace necesario
conocer las acepciones griegas y romanas para el término piratería.
Piratería y bandidaje estaban profundamente vinculados en el
Mundo Antiguo, tanto desde el punto de vista del lenguaje como de la
percepción, mucho más de lo que están actualmente. En Griego Antiguo, se
disponía de dos palabras que se podrían traducir como pirata: leistes y
peirates. La primera de ellas es empleada con frecuencia por Homero en
diferentes textos y deriva de la raíz leis, botín. La segunda de ellas,
peirates, aparece posteriormente en las fuentes escritas griegas, sin que se
haya encontrado, por ejemplo, mención alguna en los textos de Homero o en
cualquiera de los autores del Período Clásico (500 a.C. – 330 a.C.). Sin
embargo ha sido peirates y las palabras derivadas de esta, las que han seguido
en uso desde el momento de su aparición. A pesar de que es sinónima de leistes
y sus derivaciones. Se cree que peirates procede de la palabra peira, que
significa tentativa, intento y seguramente tiene relación con peirao, cuyo
significado es intentar algo. Otra posible derivación de peirates podría ser
prasso, que se puede traducir como pasar a través, si bien no parece tan
probable.
La primera aparición de la palabra peirates, se encuentra en
una inscripción Ática (de la ciudad de Rhamnous, cerca de Boiotia) de mediados
del siglo III a.C. inscrita en un decreto en honor a Epichares, que había sido
nombrado strategos con especial responsabilidad de la defensa costera durante
el arcontado de Peithidemos (aproximadamente hacia el 267 a.C.). El decreto
menciona un intercambio de prisioneros arreglado por Epichares y también indica
que los prisioneros fueron llevados por peiratai que habían sido “colados” en
el lugar por gente descrita como “de la ciudad” (se supone que Atenas). Esta
traición obligó a Epichares a tomar drásticas medidas: